VIAMO

Viamo es una marca con una trayectoria reconocida en el mercado argentino de calzado femenino, fundada en 2003 y con raíces en una empresa familiar de más de 40 años. Su local en la calle José Pedro Varela 4866, dentro del Devoto Shopping, se presenta como una opción conveniente para las clientas de la zona que buscan incorporar las últimas tendencias a su vestuario. La marca se especializa en zapatos de mujer con un enfoque urbano e informal, ofreciendo desde botas y borcegos hasta sandalias y zapatillas urbanas, complementados con una línea de accesorios como carteras de cuero. Sin embargo, la experiencia de compra en esta sucursal específica parece ser notablemente inconsistente, oscilando entre un servicio al cliente elogiable y situaciones profundamente frustrantes que merecen un análisis detallado.

Atención al Cliente: Una Experiencia Polarizada

Al analizar las opiniones de quienes han visitado esta zapatería, emerge un patrón claro: la calidad del servicio puede variar drásticamente. Por un lado, existen clientes que reportan una atención excepcional. Una compradora de Mendoza, por ejemplo, relata una experiencia sumamente positiva al necesitar cambiar unas zapatillas compradas online que le llegaron en el color equivocado. El personal de la tienda no solo gestionó el cambio de manera amable y eficiente, sino que además le guardaron el par correcto durante más de una semana hasta que pudo viajar a retirarlo. Este tipo de gestos demuestra una capacidad notable para resolver problemas y una vocación de servicio que fideliza al cliente. Otro comentario, aunque breve, refuerza esta percepción al alabar directamente a la dueña y a un vendedor por su "muy buena atención", sugiriendo que cuando el servicio es bueno, es realmente destacable.

Lamentablemente, estas experiencias positivas se ven empañadas por una serie de críticas severas que apuntan a fallas significativas en áreas cruciales como la gestión de cambios y la atención en el punto de venta. Varios clientes describen un trato que va desde la impaciencia hasta la falta total de cooperación, pintando un cuadro completamente opuesto al anteriormente descrito.

Los Problemas con los Cambios: El Principal Punto Débil

El manejo de los cambios de productos parece ser el talón de Aquiles de esta sucursal de Viamo. Las quejas más graves se centran en este proceso, especialmente cuando involucra compras realizadas a través del canal online de la marca. Una clienta detalla su frustración al intentar cambiar un calzado adquirido por internet. El personal de la tienda mostró un desinterés absoluto en ayudarla; tras informarle que no tenían el talle en stock y que la única unidad disponible estaba en una sucursal de Tucumán, se mostraron reacios a solicitar el traslado del producto, con una actitud displicente. Nunca la contactaron de vuelta, y tuvo que descubrir por su cuenta el procedimiento correcto para cambios online, que la marca sí ofrece a nivel central. Este incidente sugiere una desconexión preocupante entre las operaciones de la franquicia física y la plataforma de e-commerce de Viamo, dejando al cliente atrapado en medio de una falta de comunicación y responsabilidad.

Otro caso, aún más alarmante, involucra una aparente irregularidad en la política de precios durante un cambio. Una compradora relata cómo, al intentar cambiar un regalo que estaba en oferta, la tienda se negó a reconocer el precio de la etiqueta (el valor de oferta pagado originalmente). En su lugar, calcularon la diferencia a pagar basándose en el precio original del producto, sin la rebaja, una práctica que la clienta calificó como una "avivada". Este tipo de situaciones no solo genera una pérdida económica para el consumidor, sino que erosiona por completo la confianza en el comercio, transformando una política de cambios, que debería ser una garantía de satisfacción, en una fuente de conflicto y decepción.

El Proceso de Pago y la Atención General

Incluso en transacciones aparentemente sencillas, se han reportado inconvenientes. Una clienta habitual de la marca expresó su descontento con la atención recibida en la caja. Se sintió apurada constantemente por el empleado mientras intentaba realizar un pago con Mercado Pago, quien además le impuso utilizar una aplicación específica alegando que otras billeteras virtuales "tardaban mucho en acreditar el pago". Esta falta de flexibilidad y paciencia en el momento final de la compra puede arruinar toda la experiencia, dejando una impresión negativa duradera y demostrando una falta de enfoque en la comodidad del cliente.

Veredicto Final: ¿Vale la pena comprar zapatos en Viamo de Villa Devoto?

La sucursal de Viamo en Villa Devoto es un comercio de dos caras. Por un lado, ofrece acceso a un amplio catálogo de calzado de moda de una marca argentina bien posicionada. Para quienes buscan realizar una compra directa y sin complicaciones, es probable que la experiencia sea satisfactoria, especialmente si son atendidos por el personal más experimentado o la propia dueña, quienes han recibido elogios. La tienda cuenta con un horario de atención amplio, incluyendo fines de semana, y es accesible para personas con movilidad reducida.

Sin embargo, el riesgo de una mala experiencia es considerable, sobre todo si la transacción requiere de un servicio postventa como un cambio. Las políticas de la tienda parecen ser inconsistentes y, en algunos casos, poco transparentes, con un trato particularmente deficiente hacia los problemas derivados de las compras online. La falta de capacitación o voluntad del personal para integrarse con los procesos de la marca a nivel nacional es un problema grave que afecta directamente al consumidor.

Para los potenciales clientes, la recomendación es proceder con cautela. Antes de comprar, es fundamental preguntar y dejar en claro las condiciones de cambio, especialmente si se trata de artículos en promoción. Para quienes necesiten gestionar un cambio de una compra online, podría ser más efectivo y menos frustrante contactar directamente al servicio de atención al cliente de la web de Viamo en lugar de acudir a esta sucursal. En definitiva, mientras que el producto puede ser atractivo, el servicio inconsistente obliga a los compradores a estar más atentos y preparados para posibles dificultades.